Dice un viejo proverbio anglosajón que nada puede darse por sentado en esta vida salvo la muerte y los impuestos. Ni la primera ni los segundos suelen ser temas de los que guste hablar a la gente, pero la realidad es que ambos están ahí. Por eso es importante tener presente que el seguro de decesos puede echar una mano cuando la parca se cruza por el camino y cuando toca gestionar una testamentaría. El Día de todos los Santos nos sirve como excusa para hablar un poco de este seguro. Un seguro que, dicho sea de paso, no existe en casi en ningún otro país de Europa pero que en España acumula una solera de más de siglo y medio.
Valorar el servicio del seguro de decesos es fácil: su facturación en 2019 ascendió a 1.000 millones de euros. Pero, en realidad, su valor va mucho más allá. Su gran aportación es la prestación de un servicio integral en un momento especialmente complejo para las familias. La ampliación de coberturas que se ha dado en este seguro en los últimos años hace que el acompañamiento a la familia vaya mucho más allá de gestionar y sufragar el sepelio. Este seguro puede ayudar en cuestiones como la atención psicológica a los familiares, la testamentaría o la gestión final de la vida digital del fallecido, entre otras cuestiones.
Una de las cosas que más llama la atención sobre el seguro de decesos es su capilaridad. Se trata de uno de los seguros con mayor extensión en España. Casi la mitad de los habitantes del país está protegido por una de estas pólizas. De hecho, es muy posible que tú seas uno de ellos. Buena parte de los seguros de decesos son de carácter familiar. Así pues, quizá alguno de tus parientes tiene contratado uno y tú figures entre los asegurados.
Otra característica del seguro de decesos es el retrato robot de sus asegurados. ¿Son todos personas mayores que intuyen el fin de sus días? En absoluto. Uno de cada tres clientes tiene menos de 40 años de edad. ¿Y esto cómo es posible? Por el carácter familiar de este producto.
En un tercio de los hogares españoles con familias numerosas e hijos menores de edad se paga seguro de decesos. Lo mismo ocurre en uno de cada cuatro hogares donde vive una pareja con un niño o un adolescente. Es un mito considerar que el seguro de decesos es un producto destinado exclusivamente para las cohortes sénior de la población.
Por último, un apunte geográfico. La provincia de España donde el seguro de decesos tiene una mayor presencia en términos relativos es Cádiz. ¡Hasta un 80% de los gaditanos tiene asegurado su sepelio! Y ojo, Cádiz no figura entre las provincias más envejecidas de España.
Otros lugares donde el seguro de decesos es muy popular son Ávila, Badajoz, Ciudad Real, Cáceres, Huelva y Jaén. La clave para la contratación del seguro de decesos reside en factores sociales y culturales. En definitiva: en la costumbre.
Vía: Estamos Seguros