Las clases de mediadores se clasifican básicamente en dos: agente de seguros y corredores de seguros.
Estas dos figuras son incompatibles entre sí y pueden ser personas físicas (agente de seguro o corredor de seguro) o sociedad (una agencia de seguro o una correduría de seguros) como es nuestro caso en Dcm Asesores de Seguros.
Nos centramos en las principales diferencias, con el objetivo de tener claro quién nos puede representar mejor los intereses de cada uno de nosotros a la hora de contratar una póliza de seguro.
Son muchas las diferencias, pero nos vamos a centrar en las que más nos puede interesar como consumidor a la hora de elegir entre uno y otro.
Por un lado, nos centramos en la independencia de uno frente al otro:
- Agente de seguro: representa una sola compañía de seguros y por tanto solo puede representar la oferta de esa compañía que representa. Si un agente de seguro ofrece más de una oferta significa que está incumpliendo la ley.
- El Corredor o correduría de seguros: en este caso el corredor o correduría no tiene vínculo con ninguna aseguradora y puede trabajar con tantas compañías de seguro como deseen, pudiéndose hacer una oferta más amplia, mucho más personalizada e imparcial a sus clientes.
En cuanto a los requisitos para operar:
- Agente de seguro: al estar vinculado a una aseguradora, la responsabilidad de este recae sobre la aseguradora que representa.
- Corredor de seguro: asume su propia responsabilidad, por ello la ley obliga a cumplir una serie de requisitos como son:
- Seguro de responsabilidad civil.
- Formación obligatoria anual.
- Formación específica para ejercer la profesión.
- Supervisión continua de la dirección general de seguros y fondo de pensiones.
- Análisis de objetivos. La ley obliga a analizar las distintas ofertas para poder ofrecérsela a sus clientes.
- A diferencia de los agentes, las corredurías o corredores de seguros deben cumplir unos requisitos legales para poder ejercer su profesión, que hace que esto sea una garantía y un aval para sus clientes.
